Camine lentamente, precavido, escuchando esas voces tras
de mí, sintiendo su compañía a mi lado, esa compañía que hacía que mi espalada
se retorciera por los escalofríos. Moría de miedo.
- ¡Por favor!- grite de nuevo, con la esperanza de que
alguien me escuchara y viniera por mí.
- ¡Bill!- sonreí, volviendo la mirada a mi espalda,
buscando esa voz que parecía molesta y un poco ronca.
Y ahí arriba, en donde estaba el río lo vi, rodeado por
un aura blanca, como si fuera mi salvación. Camine hacia él, corriendo, sin ni
siquiera pensar en las voces que me gritaban al oído que no me acercara a él. Aún
así lo hice, para tener compañía, aparte, ¿quién confiaría en los demonios que
rondaban por aquí? Al menos, yo no.
Subí con él y cuando nos miramos frente a frente, el aura
y la sensación de alivio que sentía se fueron. Era una persona idéntica a mí,
su cara estaba rasguñada, algunas heridas todavía estaban sangrando, como si se
las acabara de hacer; su cabello estaba despeinado, y su ropa rasgada y su
mirada… su mirada era tan vacía, sus ojos estaban completamente negros y no se
despegaban de los míos.
- p-pero…- balbucee, pero esa persona no dejaba de verme
con odio.
- Mátalo.
- ¿q-qué?- mi cuerpo comenzó a temblar y mi cabeza empezó
a dar vueltas. - ¿quién eres?- me atreví a decir.
- William. ¿Ya no me recuerdas?
- pero que puta mierda… ¿te llamas William?- asintió y
una risa con un gran eco salió de sus labios.
- apenas eras tan pequeño, era yo, el que te atormentaba
por las noches, por tu culpa secuestraron a tu hermano, ¿ya me recuerdas?
- ¿mi hermano? ¡Yo no tengo hermanos!- grité. -¡dime
quién eres!
- ya te lo he dicho, soy William, aunque tu solías
decirme “el monstruo frente a tu cama”.
- ¡yo no te conozco!- corrí, con un paso tan rápido, sin
importarme con cuantas rocas o ramas podría caer al suelo.
- ¡ven aquí, Bill!- me seguía a un paso lento, tan
pasivo.
- ¡déjame!- grité con miedo, y ahí pude ver a mi
autentica salvación. Ahí estaba la fogata con todos ellos sentados a su
alrededor. -¡ayúdenme!
- ellos no te escuchan, ellos no te quieren. Pero yo si
te quiero, ¡ven conmigo!
- ¡Thomas, ayúdame!- caí al piso.
- ¡esta vez no escaparás de mí!
[…]
- ya despertaste. Me tenías muy asustado.
- T-Thomas… ¿ya se fue?- me miro confundido.
- ¡mátalo, Bill!- me di vuelta, y ahí lo vi, sentado a mi
lado.
- ¡VETE, VETE!
- hey, tranquilo ¿a quién le hablas?
- ¡a él, dile que se vaya!
- está bien, creo que si estás loco.- salió de ahí.
- ¿no te das cuenta, Bill?
- déjame, no me mires ¡vete de aquí!
- él no te quiere, solo te está usando, ¡¿es que no lo
entiendes?!
- no me usa… somos amigos…
- ¡un amigo no se burla de esa forma! Te esta atando a su
odio, ¡eres odiado aquí!
- ¡no es cierto, Thomas es mi amigo!- grité. Él comenzó a
reír, esa risa tan macabra.
- ¿estás seguro? Él me lo ha dicho.
- no te dijo nada, ¡no lo conoces!
- pff, la misma excusa de siempre. Quien lo diría.
Mi cuerpo sufría de escalofríos y un temblequeó fuerte. Mis ojos empezaban a mojarse, sentía una vibra
extraña, él era solo parte de mi imaginación, mañana se habría ido.
[…]
Desperté, pero esta vez estaba decidido a irme de este
lugar, no podía aguantar ni un minuto más aquí, en este horrible lugar. Tome
las llaves de mi carro y escapé de ahí. Llegaría a mi casa pronto, tenía miedo,
mi corazón palpitaba con fuerza y rapidez. Cuando llegue a mi casa, las cosas
no fueron distintas. Sin saludar a mamá o Gordon, subí las escaleras y entre a
mi cuarto, cansado, decidió a dormir por un tiempo antes de meterme a bañar.
No podía mantener mi cuerpo en una sola posición, me sentía
extraño, y esas voces se apoderaron de mi cabeza.
*¡Ahí está, me está gritando!... ¿dónde está, Bill? yo no
veo nada… ¡ahí, mami…se está riendo!... ¡mátala, Bill, MATALA, si no la matas
yo te mato!... mami, ¡quiere que te mate!*
- hum…- abrí mis ojos, mi corazón dejó de latir y mis
lágrimas empezaron a salir por mis ojos. -¡AAAA!- ahí estaba él, mirándome con
una horrible sonrisa, parado frente a mi cama. La puerta se abrió, haciendo que
él la mirara.
- ¡¿Qué tienes hijo?!
- mamá… es él…
- ¿él? No te entiendo, ¿de qué hablas?
- no le digas nada, Bill, sácala de tu habitación.- me
quedé petrificado. Mamá me
dio un abrazo, acariciando mi cabello.
- tranquilo, Bill.
- voy… a darme un baño.-
me levanté de la cama y fui al baño, abrí las llaves de la tina y dejé
que el agua callera. Me metí en ella y recargué mi cabeza en la orilla; cerré
mis ojos, escuchando el ruido del agua, pero después escuché su risa.
- abre tus ojos, Bill, ábrelos.- los abrí de un tirón,
viendo su cara tan cerca de la mía que me hizo dar un salto.
- ¡vete de aquí! ¡Yo no te conozco, VETE!
- todos te han estado mintiendo, por más de diez años tu
familia te miente. Juega contigo y no te das cuenta. Tu papá se fue, porque le
dieron la noticia de que tu hermano estaba muerto.
- ¡no es cierto, yo no tengo hermanos!
- sí, si tienes, pero él no está muerto, has convivido
con él, pero ya lo sabe, él también te miente, no quiere que lo sepas.
- vete…vete…
- intento ayudarte, ¿no me crees?
- no, ¡tú no existes, vete de aquí!
- búscalo por ti mismo, en el estudio de Simone, en el
segundo cajón de la izquierda, ahí hay un sobe rosa.- en un abrir y cerrar de
ojos el ya no estaba ahí.
Me sequé el cuerpo y me puse el pijama, bajé las
escaleras y me dirigí al estudio de mamá en un acto de locura, escuchando a mi
subconsciente, escuchando su voz. Hice los pasos que él me dijo y ahí estaba
ese sobre rosa. Su risa penetró mis oídos, mire a todos lados, buscándolo, pero
no lo vi. Cerré el cajón y subí a mi habitación otra vez.
[…]
2:58 AM
Mis ojos se abrieron, sintiendo que era observado por
algo o alguien, y cuando lo vi ahí, velando mis sueños, con una sonrisa tan
horrible, mis ojos empezaron a despedir lágrimas. Los cubrí con mis manos y
tape todo mi cuerpo hasta la cabeza con las cobijas.
- por favor… vete de aquí…vete…- y no escuché respuesta,
por lo que supuse que él estaría en otro mundo. Quité las cobijas de mi cara y
él aun estaba ahí en la misma posición, sin haber pestañeado. -¡vete!
- ábrelo, Bill…abre ese sobre…- descubrí mi cara, pero
mis ojos aun estaban cerrados. Prendí la lámpara de noche y abrí los ojos…él ya
no estaba. Tomé el sobre y lo abrí con cuidado, y saqué los papeles; ahí habían
unas fotografías y actas de nacimiento de dos personas: la mía y…y la de
alguien más…
Había también una fotografía de radiografías. Algunos papeles
con nuestros nombres: Bill Kaulitz y Niklaus
Kaulitz. Los dos habíamos nacido el mismo día, éramos gemelos.
Era risa penetró mis mente una vez más, mis ojos
dejaron caer las lágrimas. Estaba confundido, ¿tenía un gemelo? Pero no sabía
que había pasado con él.
- te lo dije, Bill…
- ¡¿y tu como sabías?! ¡¿Qué le paso a mi
hermano?!
- te engañaron, todos lo sabían, todos en tu
familia lo sabían y te metían pastillas para que olvidaras. Tu mamá no quería
que supieras, porque ella lo quería a él más que a ti. Tus amigos lo saben y
¿sabes quien más lo sabe?
- ¿q…quien?
- Thomas. Thomas ya lo sabe, también te engaño
él. ¡Él es tu hermano!
- ¡no es cierto!
- es tu hermano, y se avergüenza de ti. Pero yo sé lo que
puedes hacer.
- ¿Qué?
- vengarte. ¡Véngate de todos ellos, hazlos sufrir!
- no...
- sí. Ellos jugaron contigo, ¿por qué tú no puedes jugar
con ellos?, te drogaban para que olvidaras a tu hermano ¿crees que eso es
justo?
- …no…no es…
- ¡véngate, apuñálalos en donde más les duele! Haz que se
arrepientan de todo lo que te hicieron.
- ¿c-como?
- haz que se retuerzan de dolor, haz que de pidan una
disculpa.
- pero…no quiero lastimarlos…
- ¿y dejarás que ellos te lastimen a ti? ¡Te lo ocultaron
todo este tiempo! ¡Jugaron con tus sentimientos, te privaron de conocer a tu
hermano al menos en fotografías!
- yo…
- hazlo, Bill… mátalos, mata a ese Thomas… ¡mátalo!-
asentí.
Mi cuerpo se lleno de furia, decepción y rencor. Me lo
ocultó toda la vida… ¡me lo ocultaron todos! Son unos idiotas. No podía
creerlo, me ocultaron que tenía un hermano, un hermano gemelo ¡me lo ocultó esa
perra! ¡Hija de puta! No iba a perdonárselo nunca, ¡no le perdonaría que
abusara de mi confianza como todos lo habían hecho!
- si… ¡voy a matarlo!- él sonrió.
NO MAMES AHORA EL BILLÍN! QUE PASA CON ESTOS GEMELOS HAHAHAHAHAHAHAHAHA SIGUELA ME ENCANTA!
ResponderEliminarJajja no no no billll porqe no los mates!!!! Jajajja siguela!!!
ResponderEliminarJajja no no no billll porqe no los mates!!!! Jajajja siguela!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar