martes, 8 de mayo de 2012

capitulo 5


- ¿hola?... ¿ahora?... Derek, dile que hoy no quiero… no me importa, ¡que se quede con su puto dinero!... ¿por cuánto?... ¡¿tres putas horas?!... ¡está loca! Yo también me canso… no, no quiero hoy, dile que vaya mañana… ¡oh, vamos, Derek! No soy de acero, no puedo aguantar tanto tiempo, dile que no… bien, bien…iré… si, si… pero dile que solo dos horas o…dos horas y media…no puedo tres… ¡no puedo, Derek!... tranquilo eh, está bien, tres horas….si…ahora voy…- colgó el celular y lo guardo en su pantalón.

- pudiste haberte salido si aun no querías confesármelo.

- ¿confesarte qué?

- lo que tu papá te hace.

- ¡hay, mierda, Bill! ¡MIERDA!- gritó enojado. – deja de hablar de ese puto rumor.

- sí, claro… que disfrutes tus tres horas follando…

- Bill… de verdad no me prostituyo…

- te hubiera creído antes, pero… por lo que pasó en tu casa y la llamada de ahora, me queda claro que lo haces.

- ¿por qué no puedes creerme?

- ¿no tienes que irte?

- sí, si tengo qué… ¿te parece si…nos vemos hoy en el parque frente a la universidad?

- ¿hoy?

- si…

- está bien, pero tú debes irte…nos vemos en…4 o 5 horas…

- está bien.

[..]

Fui hacia la casa de Thomas, para irnos juntos al parque, pero eso fue una terrible mala idea…lo que me encontré no fue de mi agrado, esta vez me sentí extraño, no lo sé…no sé cómo explicar lo que sentí. El papá de Thomas me dejó entrar a la casa, subí a su recamara con el permiso de su padre y tome la manija de la puerta. La abrí con delicadeza,  no hizo algún ruido.

Ahí estaba Thomas, de rodillas sobre la cama, una mujer le hacía cosas asquerosas. Pero Thomas no parecía disfrutarlo del todo, es decir, se notaba que estaba excitado, más su cara no lo parecía estar disfrutando del todo. Pude apreciar la más horrible y asquerosa situación, que fue cuando Thomas se corría en sus labios, manchando las sabanas y los labios de aquella mujer.

- Thom-Thomas…- gimió la mujer. Thomas abrió sus ojos y me miro, pareció ser que la excitación se terminó ahí por completo, seguro que sí. su cara se volvió tan pálida, como si hubieran matado a alguien frente a sus ojos.

- Bill…- dijo en un grito ahogado.

- lo siento…yo…me voy…- cerré la puerta, pero me quede un momento ahí.

- ¡¿quién es él Thomas?!

- es un amigo…por favor, dame el dinero y lárgate de aquí.

- no, no te voy a dar el dinero…te pagaré solo por dos horas y media.

- ¡eres loca! ¡Te di cuatro horas!

- te pagaré por tres, a la próxima no llames a tus amigos.

- necesito todo el dinero, yo te complací, ahora págame.

- no, no lo haré.- corrí escaleras abajo y salí de la casa.

- tienes que reservar tus horas, tonto, por tu culpa tu amigo se quedó sin dinero.- me dijo esa mujer… o si es que así se le podría llamar. se fue caminando con la ropa mal puesta. Me decidí a volver a mi casa, no podía sacarme esa asquerosa imagen de la cabeza era…no lo sé ¡repugnante!

- Bill… ¡BILL!- me tomó el brazo fuertemente y me jaló hacia él.

- ¿Qué quieres?

- no fue lo que pensaste, ella es mi novia.

- ¡jodido idiota! ¡No me mientas esta vez! ¡¿Ni siquiera cuando te veo follar me vas a decir la verdad!? ¡No mientas más, te vi y escuché que le pedías dinero antes de que se fuera! ¡Acéptalo de una vez!

- Bill, por favor escúchame…

- esta noche no quiero hablar…hablaremos mañana en la universidad… ¿sí?

-  está bien…- tal vez me comporté como una novia paranoica cuando él no era nadie más que un conocido cercano. Pero había algo, quizá fue el que me había mentido, detesto las mentiras, las odio.

Camine a mi carro y busqué las llaves dentro de mi bolso rápidamente.

- ¡THOMAS, REGRESA DENTRO!- pause mi búsqueda y lo mire. Tomó sus rastas enfadado.

- ¡ya voy!

- ¡CORRE, TIENES OTRO NEGOCIO!

- ¡No, papá, ya no más! ¡Estoy cansado!

- ¡NO ME IMPORTA, CÓRRE! ¡SOLO SERAN DOS HORAS!

- … ¡ya voy!...- pateo la pared de su casa y entró.

Regresé a mi casa, pensando en él, porque seguro también fue duro que haya mirado la verdad de esa forma tan…comprometedora. Además su padre estaba en el piso de abajo, en donde fácilmente pudo escuchar todas las palabras y gemidos fuertemente, pero el hombre solo miraba la televisión, como si solo estuviera haciendo su preciado trabajo, sin saber lo que su hijo sufría y se rompía por dentro.

A la mañana siguiente lo que menos quería era ir a la universidad para hablar con Thomas… de pronto volvió a ser esa persona tan interesante y especial que solía ser antes de lo pasado. Comencé a preocuparme por mi mismo, porque no podía salir de esa especie de poción que me hacía mirarlo como algo más que un conocido me hacía mirarlo…como un amigo…

Las clases pasaron, trate de no pensar en él, trate de prestarle atención a la maestra y tener mis apuntes y ejercicios hechos.  Pero… en las clases de diseño lo eche todo a perder; había tirado el café de la profesora sobre mi trabajo ¡mi trabajo que me costó dos meses de mi tiempo!

- calma, Bill.- me tomo de los hombros fuertemente.

- ¡no, no puedo calmarme! ¡¿Sabe todo lo que me costó hacerlo!?

- lo sé, lo sé, pero no te pongas a sí.- baje la mirada. –la clase ha terminado, ve a tu casa y no te preocupes, encontraremos la manera de hacerlo de nuevo.

- ¡está bien!- tome mi mochila y salí del salón, directo a mi carro, sin esperar a mis amigos.

- ¡BILL!- escuché su voz, pero no me detuve. Su mano tomó la mía con delicadeza y me jaló hacia él. -¿podemos hablar ahora?

- ¡no, no podemos, déjame solo!

- por favor.- dejé salir el aire fuertemente y asentí.

- ¡Que sea rápido!- sonrió y caminamos hacia ese parqué, en donde nos iríamos a ver ayer, pero no lo hicimos. Nos sentamos en el pasto y esperé a que él hablara, pero no lo hacía y empezaba a fastidiarme. – dije, “¡que sea rápido!”- él sonrió.

- ¿Qué es lo que te pasa?, ¿te levantaste con el pie izquierdo?

- perdóname pero… es que nada me salió bien hoy…

- todo se arreglará, pero no te enojes por todo, eso lo hace aun peor.- sonreí.

- gracias.

- no hay de qué.

- ahora… puedes explicarme lo que pasó ayer.- sonreí, mirándolo.

- bueno, ella es mi novia…

- ¡Thomas!- él bajó la mirada.

- …no tengo dinero, Bill… en mi casa somos escasos de dinero… tenemos que ganarlo de alguna u otra forma… primero, pensamos en robar… pero no quería hacer eso… al final, llegamos a la conclusión de… la prostitución…

- es decir que, tu papá también se prostituye.- sacó una carcajada.

- Derek es el que lleva las cuentas, el que responde llamadas y hace que las personas entren a mi recamara, o por el contrario, que me lleven hacia la residencia donde desean hacerlo.

- ¿te gusta hacerlo, Thomas?- bajo la mirada y negó.

- no… nunca puedo salir por las tardes, siempre estoy en mi casa. Hasta cuando no va nadie...

- ¿por qué no le dices a tu padre que no te gusta?

- se lo he dicho, pero me amenaza.

- ayer estuviste seis horas en el acto sexual, ¿tu papá no piensa que puedes lastimarte?

- estuve cuatro, Bill…- negué.

- antes de irme escuché a tu papá, que te decía que tenías otro negocio de dos horas.

- estuve… ocho horas, Bill…

- ¡¿ocho?!- asintió.

- Derek me engaña, me dice que son tales horas y… después dice que eran más…

- puedes enfermarte, Thomas, puedes convertirte en un eyaculador precoz. Y cuando quieras tener una novia…

- no quiero tener una novia.- interrumpió. –me creerá un puto prostituto…- rió con ironía.

- pero no porque tu quieres.

- al principio me daba miedo… no sabía completamente todo esto de las relaciones sexuales… y mi primer “cliente” fue una puta perra… termine llorando como un bebé y ella se fue sin dejar dinero.

- ¿al principio?... ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?

- desde los diez años.

- ¡¿tu padre te obligaba a hacerlo desde los diez?!

- si…

- pero, ayer que te mire… parecías disfrutarlo un poco, ¿cierto?

- bueno, es la excitación… es como si de pronto perdieras la cordura y la consciencia, aprendes a disfrutarlo… pero, después de dos horas soy carbón… no puedo seguir… es… eyaculas por las dos primeras horas, ¿entiendes?- asentí. –pero las siguientes horas… es tan difícil hacerlo… como si te pusieran un tapón ahí abajo y te golpearan con una cuerda con espinas hasta que lo logres.

- Thomas, es un delito que seas forzado a eso.

- lo sé, pero lo necesitamos, Bill. ¿Cómo pagaría mis estudios entonces? No estaría en esta universidad de no ser por mi cuerpo.

- entiendo, pero tu papá debería trabajar, no solo esperar a que su hijo termine con problemas por hacerlo tan seguido.- él sonrió.

- ¿puedo confesarte algo?- asentí. – hace dos días… llegaron dos hombres… hicimos un trío…- bajo su mirada y mordió sus labios.

- no lo creo… yo… ¿te lastimaron?... ¿cuánto tiempo estuviste con ellos?

- estuve tres horas con ellos… me dejaron agotado y sangrando…

- ¿estás bien, Tom?- sus ojos comenzaron a brillar con lágrimas. – Ven- le di un abrazo, él también me abrazó a mí con una fuerza tan grande. –Tranquilo, Tom, eso ya  pasó, no llores ¿sí?- dejó de abrazarme y me miro a los ojos.

- no soy maricon, Bill… lo juro, no quería decirte eso porque… porque creí que dejarías de hablarme…- sus lagrimas cayeron lentamente.

- no voy a dejar de hablarte. Encima no sé porque te preocupa que alguien como yo deje de hablarte.- reí. Limpié sus lágrimas con mis pulgares, él sonrió.

- Bill, tengo que irme ahora, ya sabes.

- entiendo, yo también tengo que irme.-

2 comentarios:

  1. Hay no pobre bebe,!!!! que les pasa a estos hombres de hoy en dia en la fic de bill me lo violan y en eesta el bebe mayor me lo obligan a prostituirse y con..¡HOMBRES! hahahahahahah siguela chica

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  2. Me quedé anonadada Jajaj no mms q cosas o por dios!!

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