- ¿hola?... ¿ahora?... Derek, dile que hoy no quiero… no
me importa, ¡que se quede con su puto dinero!... ¿por cuánto?... ¡¿tres putas
horas?!... ¡está loca! Yo también me canso… no, no quiero hoy, dile que vaya
mañana… ¡oh, vamos, Derek! No soy de acero, no puedo aguantar tanto tiempo,
dile que no… bien, bien…iré… si, si… pero dile que solo dos horas o…dos horas y
media…no puedo tres… ¡no puedo, Derek!... tranquilo eh, está bien, tres
horas….si…ahora voy…- colgó el celular y lo guardo en su pantalón.
- pudiste haberte salido si aun no querías confesármelo.
- ¿confesarte qué?
- lo que tu papá te hace.
- ¡hay, mierda, Bill! ¡MIERDA!- gritó enojado. – deja de
hablar de ese puto rumor.
- sí, claro… que disfrutes tus tres horas follando…
- Bill… de verdad no me prostituyo…
- te hubiera creído antes, pero… por lo que pasó en tu
casa y la llamada de ahora, me queda claro que lo haces.
- ¿por qué no puedes creerme?
- ¿no tienes que irte?
- sí, si tengo qué… ¿te parece si…nos vemos hoy en el parque
frente a la universidad?
- ¿hoy?
- si…
- está bien, pero tú debes irte…nos vemos en…4 o 5 horas…
- está bien.
[..]
Fui hacia la casa de Thomas, para irnos juntos al parque,
pero eso fue una terrible mala idea…lo que me encontré no fue de mi agrado,
esta vez me sentí extraño, no lo sé…no sé cómo explicar lo que sentí. El papá
de Thomas me dejó entrar a la casa, subí a su recamara con el permiso de su
padre y tome la manija de la puerta. La abrí con delicadeza, no hizo
algún ruido.
Ahí estaba Thomas, de rodillas sobre la cama, una mujer
le hacía cosas asquerosas. Pero Thomas no parecía disfrutarlo del todo, es decir,
se notaba que estaba excitado, más su cara no lo parecía estar disfrutando del
todo. Pude apreciar la más horrible y asquerosa situación, que fue cuando
Thomas se corría en sus labios, manchando las sabanas y los labios de aquella
mujer.
- Thom-Thomas…- gimió la mujer. Thomas abrió sus ojos y me miro, pareció ser que la excitación se terminó ahí por completo,
seguro que sí. su cara se volvió tan pálida, como si hubieran matado a alguien frente a sus ojos.
- Bill…- dijo en un grito ahogado.
- lo siento…yo…me voy…- cerré la puerta, pero me quede
un momento ahí.
- ¡¿quién es él Thomas?!
- es un amigo…por favor, dame el dinero y lárgate de
aquí.
- no, no te voy a dar el dinero…te pagaré solo por dos
horas y media.
- ¡eres loca! ¡Te di cuatro horas!
- te pagaré por tres, a la próxima no llames a tus
amigos.
- necesito todo el dinero, yo te complací, ahora págame.
- no, no lo haré.- corrí escaleras abajo y salí de la
casa.
- tienes que reservar tus horas, tonto, por tu culpa tu
amigo se quedó sin dinero.- me dijo esa mujer… o si es que así se le podría
llamar. se fue caminando con la ropa mal puesta. Me decidí a volver a mi casa,
no podía sacarme esa asquerosa imagen de la cabeza era…no lo sé ¡repugnante!
- Bill… ¡BILL!- me tomó el brazo fuertemente y me jaló
hacia él.
- ¿Qué quieres?
- no fue lo que pensaste, ella es mi novia.
- ¡jodido idiota! ¡No me mientas esta vez! ¡¿Ni siquiera
cuando te veo follar me vas a decir la verdad!? ¡No mientas más, te vi y
escuché que le pedías dinero antes de que se fuera! ¡Acéptalo de una vez!
- Bill, por favor escúchame…
- esta noche no quiero hablar…hablaremos mañana en la
universidad… ¿sí?
- está bien…- tal vez
me comporté como una novia paranoica cuando él no era nadie más que un conocido
cercano. Pero había algo, quizá fue el que me había mentido, detesto las
mentiras, las odio.
Camine a mi carro y busqué las llaves dentro de mi bolso
rápidamente.
- ¡THOMAS, REGRESA DENTRO!- pause mi búsqueda y lo mire.
Tomó sus rastas enfadado.
- ¡ya voy!
- ¡CORRE, TIENES OTRO NEGOCIO!
- ¡No, papá, ya no más! ¡Estoy cansado!
- ¡NO ME IMPORTA, CÓRRE! ¡SOLO SERAN DOS HORAS!
- … ¡ya voy!...- pateo la pared de su casa y entró.
Regresé a mi casa, pensando en él, porque seguro también
fue duro que haya mirado la verdad de esa forma tan…comprometedora. Además su
padre estaba en el piso de abajo, en donde fácilmente pudo escuchar todas las
palabras y gemidos fuertemente, pero el hombre solo miraba la televisión, como
si solo estuviera haciendo su preciado trabajo, sin saber lo que su hijo sufría
y se rompía por dentro.
A la mañana siguiente lo que menos quería era ir a la
universidad para hablar con Thomas… de pronto volvió a ser esa persona tan
interesante y especial que solía ser antes de lo pasado. Comencé a preocuparme
por mi mismo, porque no podía salir de esa especie de poción que me hacía
mirarlo como algo más que un conocido me hacía mirarlo…como un amigo…
Las clases pasaron, trate de no pensar en él, trate de
prestarle atención a la maestra y tener mis apuntes y ejercicios hechos. Pero… en las clases de diseño lo eche todo a
perder; había tirado el café de la profesora sobre mi trabajo ¡mi trabajo que me
costó dos meses de mi tiempo!
- calma, Bill.- me tomo de los hombros fuertemente.
- ¡no, no puedo calmarme! ¡¿Sabe todo lo que me costó
hacerlo!?
- lo sé, lo sé, pero no te pongas a sí.- baje la mirada.
–la clase ha terminado, ve a tu casa y no te preocupes, encontraremos la manera
de hacerlo de nuevo.
- ¡está bien!- tome mi mochila y salí del salón, directo a
mi carro, sin esperar a mis amigos.
- ¡BILL!- escuché su voz, pero no me detuve. Su mano tomó
la mía con delicadeza y me jaló hacia él. -¿podemos hablar ahora?
- ¡no, no podemos, déjame solo!
- por favor.- dejé salir el aire fuertemente y asentí.
- ¡Que sea rápido!- sonrió y caminamos hacia ese parqué,
en donde nos iríamos a ver ayer, pero no lo hicimos. Nos sentamos en el pasto y
esperé a que él hablara, pero no lo hacía y empezaba a fastidiarme. – dije,
“¡que sea rápido!”- él sonrió.
- ¿Qué es lo que te pasa?, ¿te levantaste con el pie
izquierdo?
- perdóname pero… es que nada me salió bien hoy…
- todo se arreglará, pero no te enojes por todo, eso lo
hace aun peor.- sonreí.
- gracias.
- no hay de qué.
- ahora… puedes explicarme lo que pasó ayer.- sonreí,
mirándolo.
- bueno, ella es mi novia…
- ¡Thomas!- él bajó la mirada.
- …no tengo dinero, Bill… en mi casa somos escasos de
dinero… tenemos que ganarlo de alguna u otra forma… primero, pensamos en robar…
pero no quería hacer eso… al final, llegamos a la conclusión de… la
prostitución…
- es decir que, tu papá también se prostituye.- sacó una
carcajada.
- Derek es el que lleva las cuentas, el que responde
llamadas y hace que las personas entren a mi recamara, o por el contrario, que
me lleven hacia la residencia donde desean hacerlo.
- ¿te gusta hacerlo, Thomas?- bajo la mirada y negó.
- no… nunca puedo salir por las tardes, siempre estoy en mi casa. Hasta cuando no va nadie...
- ¿por qué no le dices a tu padre que no te gusta?
- se lo he dicho, pero me amenaza.
- ayer estuviste seis horas en el acto sexual, ¿tu papá
no piensa que puedes lastimarte?
- estuve cuatro, Bill…- negué.
- antes de irme escuché a tu papá, que te decía que
tenías otro negocio de dos horas.
- estuve… ocho horas, Bill…
- ¡¿ocho?!- asintió.
- Derek me engaña, me dice que son tales horas y…
después dice que eran más…
- puedes enfermarte, Thomas, puedes convertirte en un
eyaculador precoz. Y cuando quieras tener una novia…
- no quiero tener una novia.- interrumpió. –me creerá un
puto prostituto…- rió con ironía.
- pero no porque tu quieres.
- al principio me daba miedo… no sabía completamente todo
esto de las relaciones sexuales… y mi primer “cliente” fue una puta perra…
termine llorando como un bebé y ella se fue sin dejar dinero.
- ¿al principio?... ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?
- desde los diez años.
- ¡¿tu padre te obligaba a hacerlo desde los diez?!
- si…
- pero, ayer que te mire… parecías disfrutarlo un poco,
¿cierto?
- bueno, es la excitación… es como si de pronto perdieras
la cordura y la consciencia, aprendes a disfrutarlo… pero, después de dos horas
soy carbón… no puedo seguir… es… eyaculas por las dos primeras horas,
¿entiendes?- asentí. –pero las siguientes horas… es tan difícil hacerlo… como
si te pusieran un tapón ahí abajo y te golpearan con una cuerda con espinas hasta
que lo logres.
- Thomas, es un delito que seas forzado a eso.
- lo sé, pero lo necesitamos, Bill. ¿Cómo pagaría mis
estudios entonces? No estaría en esta universidad de no ser por mi cuerpo.
- entiendo, pero tu papá debería trabajar, no solo
esperar a que su hijo termine con problemas por hacerlo tan seguido.-
él sonrió.
- ¿puedo confesarte algo?- asentí. – hace dos días…
llegaron dos hombres… hicimos un trío…- bajo su mirada y mordió sus labios.
- no lo creo… yo… ¿te lastimaron?... ¿cuánto tiempo estuviste con
ellos?
- estuve tres horas con ellos… me dejaron agotado y
sangrando…
- ¿estás bien, Tom?- sus ojos comenzaron a brillar con lágrimas. –
Ven- le di un abrazo, él también me abrazó a mí con una fuerza tan grande.
–Tranquilo, Tom, eso ya pasó, no llores ¿sí?- dejó de abrazarme y me miro
a los ojos.
- no soy maricon, Bill… lo juro, no quería decirte eso
porque… porque creí que dejarías de hablarme…- sus lagrimas cayeron lentamente.
- no voy a dejar de hablarte. Encima no sé porque te
preocupa que alguien como yo deje de hablarte.- reí. Limpié sus lágrimas con
mis pulgares, él sonrió.
- Bill, tengo que irme ahora, ya sabes.
- entiendo, yo también tengo que irme.-
Hay no pobre bebe,!!!! que les pasa a estos hombres de hoy en dia en la fic de bill me lo violan y en eesta el bebe mayor me lo obligan a prostituirse y con..¡HOMBRES! hahahahahahah siguela chica
ResponderEliminarMe quedé anonadada Jajaj no mms q cosas o por dios!!
ResponderEliminar